Poco respeto por la vida en sí, la cual ya no se mira como sagrada, sino más bien bajo el aspecto de proporcionar agrados y placeres.
La vida humana dentro de ésta época sólo tiene calidad de ser gozada, pero de ningún modo vale incondicionalmente; de aquí el postulado ético de la calidad de vida defendido por la posmodernidad, que sustituye a la sacralidad de la vida, propio de la modernidad y de épocas anteriores
Fuente:
ROA, Armando (1995). Modernidad y Posmodernidad Coincidencias y diferencias fundamentales. Editorial Andres Bello, Santiago de Chile, pàginas: 80.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario